domingo, 28 de noviembre de 2010

Encuentro de apertura del curso 2010-2011


El pasado 29 de octubre partimos hacia Granada para celebrar nuestro anual encuentro de apertura de curso.

Este año íbamos a visitar espacios menos conocidos de la ciudad de Granada y de La Alpujarra.

Nos alojamos en el Hotel Luna Arabial y, tras un abundante desayuno, visitamos el Carmen de la Fundación Rodríguez Acosta. Situado en las inmediaciones de La Alhambra, en la ladera sur, las vistas de la vega de Granada invitan a la contemplación. El edificio, construido en los años 20, es un compendio de obras que el pintor José Mª Rodríguez Acosta fue acumulando a lo largo de su vida. Atrae la atención la disposición escalonada de los jardines que se adaptan a la empinada ladera y ofrecen un mundo de ensoñación entre el rumor del agua y el perfume de la variedad de plantas.


Por la tarde visitamos la Abadía del Sacromonte, obra del siglo XVI. El conjunto consta de las Santas Cuevas, la Abadía, el Colegio Viejo de San Dioniosio y el Colegio Nuevo. En el Museo se conservan los “Libros Plúmbeos”, un conjunto de 25 discos de plomo escritos en latín y con extraños caracteres árabes.

La visita a La Cartuja , después de vueltas y vueltas por los montes granadinos, nos sobrecogió por la calidad de los mármoles utilizados en la iglesia; se comprende la riqueza de las bodas que aquí se celebran como pudimos comprobar ese día.

A pesar de que la lluvia caía mansamente sobre la ciudad, por la noche nos lanzamos a recorrer sus calles y a perdernos por sus rincones para seguir saboreando su encanto.

Al día siguiente enfilamos la carretera y subimos a La Alpujarra granadina siguiendo las palabras de Pedro Antonio de Alarcón que nuestro compañero José Mª Blanco había seleccionado para nosotros: Trevélez, Pampaneira, Bubión, Capileira y Órgiva. Los colores del otoño se desplegaban ante nuestros ojos en todo su esplendor. Había amanecido despejado pero poco a poco el viento zarandeó las ramas de los castaños, arrastró nubes cargadas de agua y nos obligó a modificar el recorrido previsto.

Mientras almorzábamos en Órgiva los cielos cambiaron de color y nos regalaron arcoiris sencillos y múltiples. Aprovechamos un claro para visitar ligeramente Órgiva y nos alojamos en Lanjarón, en el hotel Andalucía, poco antes de que el viento arreciara con más fuerza.


Por la mañana el cielo apareció despejado y la atmósfera limpia y transparente tras la fuerte tormenta de la noche. Fue el momento de descubrir las plazas y “tinaos” de esta ciudad donde las múltiples fuentes repiten poemas de García Lorca. Terminamos visitando las inmediaciones del castillo medieval y las instalaciones del Balneario.


La fría noche había cubierto la montaña con las primeras nieves del año y la estampa de la ciudad de Granada con su turbante blanco se perdía a nuestras espaldas mientras volvíamos a casa con las nuevas cargas de energía que aportan estos encuentros.